Microrrelatos. Enero de 2013.

De vuelta de vacaciones tenemos una nueva palabra con la que inaugurar los microrrelatos de 2013. Antónimo de la que cerró el año anterior, os proponemos FARO, a ver qué tal nos orientamos.

Como pista, recurrimos la RAE que nos dice:

faro.
(Del lat. pharus, y este del gr. φάρος).
1. m. Torre alta en las costas, con luz en su parte superior, para que durante la noche sirva de señal a los navegantes.
2. m. Farol con potente reverbero.
3. m. Cada uno de los focos delanteros de los vehículos automotores.
4. m. Aquello que da luz en un asunto, lo que sirve de guía a la inteligencia o a la conducta.

 
                       

Tenemos un total de 5 microrrelatos con "faro".

Autor: Rafa Lynn Turner
Mi micro de faro, me ha costado lo mio pero al final lo conseguí:
La cultura de los idiomas, que gran cosa es saber pronunciar bien otras lenguas, aun recuerdo en tiempos de mi niñez cuando nuestros mayores, desconocedores de como se decia tal o cual cosa leian tal cual los textos en ingles, y los nombres, quien no recuerda a Jon Baine, atras quedan esos tiempos, lejanos, como dirian nuestros abuelos: Farogüei.

Autor: Rafa Lynn Turner
Abajo, un mar negro. Arriba, luces brilantes. De fondo miles de notas.
Abajo, melenas al viento. Arriba, musicos dandolo todo. De fondo, Rock.
Abajo, emociones. Arriba, emociones a flor de piel. De fondo, el faro que nos guia.

Autora: Mari Paz Osorio Lozano
1º Feliz Año nuevo a todos
2º Este es mi micro de este mes:

Había llegado el momento de jurar el cargo. Aquel hijo melindre y solitario le había dicho que le gustaba el mar y, él con su poder totalitario y como Jefe de todos los ejércitos se había saltado el escalafón oficial de la armada dándole el rango superior.
-Juras defender etc. Etc. Etc.
-Padre yo solo quería ser el guardián del un faro…

Autora: Inma Taza Lopez
 Intervalo de sombra. Soledad.
 Pausa. Luz y destierro.
 Una tregua. Sombra y nada.
 En un destello, tempestad y espuma.
 Gira la bujía y vuelven las tinieblas.
 Fulgor, oscuridad, refulgencia, penumbra.
 Lenguaje melancólico en los límites del océano.
 Faros. Confinada compañía.

Autor: Miguel Baez de Aguilar
En fín, tenedme en cuenta, con paciencia, que soy de Ciencias Puras...
 .....
 
Un infatigable viajero decidió visitar una bella ciudad costera.
 Tras varios días deambulando por los sitios más turísticos y castizos quedó encantado.
 Sus bellas playas, su exquisita gastronomía, su increible clima y su buena gente.
 Pero en todos estos días, nadie supo contestarle a una pregunta.
 Buscaba un edificio en particular, típico y necesario en cualquier población costera.
 Un edificio singular y que siempre le había resultado fácil de encontrar en otras ciudades.
 
Finalmente, decidió sentarse en un banco de un parque cercano al puerto para descansar.
 Fruto de su frustración el pesamiento le surgió en voz alta:
 "¿Dónde narices estará el faro en esta ciudad?"
 
Una pequeña pecosa que pasaba en ese momento, al oir la pregunta se detuvo junto al viajero y le dijo:
 
"- Muerde vieo, iba pa la chorraera, cuando te endiquelé dando palique tu sólo y un poco ennortao.
 Como no quiero chorrarme hasta que m’acabe las rosetas, si no te chivas de la piarda te ayudo,
 Voy a descansar una mijilla los pinrreles que con esta flama del terral los tengo molíos.
 aunque pareces esmayao, tenía que incarte una viena mixta y un mitad.
 Es una chuminá lo que preguntas No te comas más la chorla.
 
En Málaga no hay faro, en Málaga tenemos La Farola."
 
El viajero, que no había entendido más que farola, miró a su alrededor pero no vió más que corrientes focos de alumbrado.
 
En ese momento la pequeña dejó el banco para continuar su camino.
 
El viajero intentó preguntarle algo, pero la pequeña se volvió para decirle:
 
Ah, cuidao gachó que llevas la portañica abierta.
 
Y salío corriendo camino del tobogán.