LA CASA DEL PROPÓSITO ESPECIAL de JOHN BOYNE.
Voy a hablar de este libro desde su título, porque lo que me indujo a leerlo y lo que me llamó la atención fue su enigmático encabezamiento. Intentando resolver su secreto encontré la justificación con la que "el propósito especial" pone nombre a una casa y sobre todo, a una historia.
El 26 de Abril de 1918, Nicolás Ipatiev vió cómo una delegación enviada por el Soviet Regional de los Urales se aproximaba a su vivienda de Ekaterimburgo. Por razones de estado tuvo que abandonar su domicilio y esta residencia quedó en manos del Soviet Regional. A partir del momento en el que los bolcheviques tomaron posesión de la casa, ésta adquirió el significativo y terrible nombre de "Casa de la Finalidad Especial".
El desarrollo de este suceso, que no quiero desvelar, está expresado con bastante acierto en la novela.
Aunque el final es previsible, la evolución resulta interesante.
En dos ocasiones, en la narración aparece una pareja cerca de un río junto a los protagonistas. MARI PAZ OSORIO LOZANO ha hecho una reflexión tan acertada sobre este hecho, que, con su permiso la incluyo aquí.
Dice así: "Es una forma muy entrañable de aseverar la identificación del personaje. A cualquier persona que tenga las ideas claras, ya sean de política, religión u otro tema que induzca a polémica, le cuesta asimilar que su antagonista no vea las cosas desde su misma perspectiva.
Creo que el autor nos quiere mostrar por un lado a un pueblo que se sumergía en una revolución en contra de su autócrata, una actitud de rebeldía ante la opresión, y a su vez a un pueblo que está fuera de ese comportamiento, que cree en la superioridad de su dirigente tanto que desea la bendición de la mano de su hija y que a pesar de que el paso del tiempo cambie las cosas de un extremo a otro, en lo más hondo del ser de esa mujer, perduran sus propias creencias."
INMA.
1 comentario
Alicia -