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Santos.

    En el libro "El quinto en discordia" que ya os comenté, el narrador se define como hagiógrafo en sus ratos libres y, en sus viajes, toma contacto con los bolandistas que le ayudan en su trabajo.
   Me llamaron mucho la atención estos términos de modo que acudí a la muy sabia red y esto fué lo que econtré.

En la RAE:

Hagiografía. (De hagiógrafo).
1. f. Historia de las vidas de los santos.

Hagiógrafo, fa. (Del lat. hagiogrăphus)
1. m. y f. Escritor de vidas de santos.
2. m. y f. Biógrafo que resalta en exceso las cualidades y virtudes del biografiado.
3. m. Autor de cualquiera de los libros de la Sagrada Escritura.
4. m. En la Biblia hebrea, autor de cualquiera de los libros comprendidos en la tercera parte de ella.

Bolandista. (De J. van Bolland, 1596-1665, jesuita flamenco fundador de la sociedad de este nombre).
1. m. Individuo de una sociedad formada por miembros de la Compañía de Jesús, para publicar y depurar críticamente los textos originales de las vidas de los santos.

De Wikipedia

Hagiografía

La hagiografía es la biografía de un santo. El autor de la hagiografía es el hagiógrafo.
Aunque el término se utilizaba únicamente para este fin en la tradición cristiana desde sus orígenes en la Antigüedad tardía, e incluso se refería más propiamente al estudio colectivo de los santos (vidas de santos) en vez de el de uno en particular, actualmente se usa de forma extendida para referirse no sólo a las biografías de figuras equivalentes de religiones no cristianas, sino a las de personas que, para su biógrafo, reúnen méritos tan excepcionales y están a un nivel tan separado del resto que en la práctica les trata como a santos. El uso del término, en estos casos, suele ser peyorativo, por quien quiere criticar la falta de objetividad del autor.
En el siglo IV , tras la conversión de Constantino, se compilaron muchos martirologios, narrando (muchas veces con gran realismo y truculencia, lo que contribuyó no poco a su éxito) las excepcionales circunstancias de los mártires durante las persecuciones. Las vidas de santos se leían como sermones y se catalogaban en calendarios anuales o menaion (de menaios, mes en griego), de los que se hacían versiones cortas, del santo de cada día, o synaxarion. Las hagiografías elegidas por un compilador para formar un libro de vidas de santos, se denominaban paterikon (del griego pater, padre).
En Europa Occidental, la hagiografía más divulgada en la Baja Edad Media y el Renacimiento fue la Leyenda Áurea de Jacopo da Vorágine y, durante la Edad Moderna, las Acta Sanctorum comenzadas por el jesuita Jean Bolland.

Manoli

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