La mujer justa. Sándor Márai.
"Es como si el fuego del entusiasmo se hubiera apagado en toda la tierra. A veces, por un segundo, reviven las brasas en algún lugar. En el fondo del corazón humano yacen aún los recuerdos de un mundo feliz, soleado y juguetón donde el deber era a la vez diversión y el esfuerzo era agradable y sensato."
(Manoli)
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