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La princesa que creía en los cuentos de hadas (Marcia Grad. 1995) y El caballero de la armadura oxidada (Robert Fisher. 1994).

La princesa que creía en los cuentos de hadas (Marcia Grad. 1995) y El caballero de la armadura oxidada (Robert Fisher. 1994).

Robert Fisher. 

La vida de este guionista norteamericano de radio y televisión es una incógnita. Por la red, circula una única e idéntica biografía que no varía ni una coma de una página a otra. Parece como si la hubiese fabricado él y todo el mundo la copiara. Y digo lo que haberla escrito él porque no he conseguido encontrar su fecha de nacimiento ni datos sobre su formación o su lugar de residencia. Él mismo dice que nació en Long Beach (California) “para estar cerca de su madre” y recuerda que “fue un martes porque ese día no tenía nada que hacer”.
Por otra parte, creo que se mezcla su biografía con la de otro Robert Fischer de Gran Bretaña, profesor de Educación y director del Centro de Investigación en la Enseñanza del Pensar en la Universidad de Brunel, Inglaterra. Pero no es el mismo porque me parecen incompatibles sus estudios sobre procedimientos y estrategias de pensamiento con la biografía de guionista de multitud de programas en América (pero muchas páginas los mezclan sin empacho).
Comenzó en la radio a los 19 años, escribiendo guiones cómicos. Ha preparado guiones para famosos humoristas americanos como Groucho Marx, Lucile Ball, Bob Hope y otros que no son conocidos aquí (o yo no los conozco). En esa biografía que circula se dice que es autor o coautor de cerca de 400 programas cómicos de radio y, cuando llegó la televisión, de casi 1200: vamos que no le veo haciendo estudios de aprendizaje para la Universidad de Brunel. Porque, además, es coautor (eso se le da muy bien) de nueve películas y tres obras de teatro. A parte de ser autor de este libro y es coautor (con Beth Kelly) de otros como: “El búho que no podía ulular” , “El caballero silencioso y otros relatos” y “El gato que encontró a Dios”. Parece que tiene otros dos con ella que no se han editado en España (“The Cowboy and the Angel” y “The Clown of Durbinshire”).
Por lo que parece no ha concedido muchas entrevistas (no he encontrado ninguna) hasta hace  poco y se ha mantenido en la sombra; él mismo se ha autodenominado como “el famoso desconocido”. Pero parece que ahora está saliendo en programas de variedades de la televisión.
Se hizo famoso en 1990 cuando escribió El caballero de la armadura oxidada, que se convirtió en un bestseller y del que se han vendido millones de copias en todo el mundo. Parece que en Latinoamérica se le ha recibido como a un nuevo gurú de la felicidad: se dice (no sé si es cierto) que en Chile, el ministerio de Educación exigió que todas las bibliotecas tuvieran el libro y recomendó a todas las librerías del país que lo pusieran a la venta.
Actualmente prepara el guión cinematográfico del libro y una versión musical en clave de comedia del mismo título, en la que parece que hará de Merlín.
Además se está preparando un documental sobre su vida (nos enteraremos de algo más) en el que se hablará del poder curativo de la risa: en el que cantará parte de la música que ha compuesto y que, según él, le sirvió para superar momentos difíciles de su vida.

Marcia Grad.

Pues si hay pocos datos sobre el autor anterior, muchísimos menos sobre Marcia Grad.
Fue la editora de El caballero de la armadura oxidada y, supongo que viendo su éxito, decidió escribir también sobre estos temas.
Parece ser que, además de editora, es educadora de “Terapia Racional Emotiva Conductual”, una rama de la Psicología potenciada por Albert Ellis que es uno de los impulsores de la nueva moda de los “personal coaching”, especies de entrenadores de la conducta (guías que orientan la vida de las personas a las que dirigen o ayudan). Su filosofía es apartar de la vida las “ideas irracionales” que nos hacen obrar de manera errónea (como a la princesa del cuento). Marcia Grad ha colaborado con él en algún libro y ella se dedica a dar seminarios sobre conseguir carisma y crecimiento personal a grupos y empresas.
Otras obras suyas son: “El libro de recetas de la princesa que creía en los cuentos de hadas”, “Carisma: cómo lograr esa magia especial”, “El secreto para superar el abuso verbal” y “El matadragones que tenía el corazón pesaroso”.

Los libros de autoayuda.

En los últimos años se ha puesto de moda este género, aunque a veces resulta un cajón de sastre donde todo cabe.
Se ofrecen como guías o manuales para poder realizar múltiples cosas en la vida por uno mismo: ser feliz, ser carismático, ser independiente, conseguir el éxito, conseguir el amor, alcanzar la sabiduría, adelgazar…
Unos se presentan, como los que hemos leído, como cuentos actualizados con moraleja (también como los de Bucay); otros como manuales puros y duros de pautas que hay que seguir paso a paso para conseguir el objetivo propuesto (Quién se ha comido mi queso); otros se asemejan a diarios; algunos se recubren de misticismo (como los de Paulo Coelho). Pueden ser de ayuda psicológica, sobre negocios, sobre salud, sobre religiosidad, de dietas…
La crítica literaria los destroza, porque (salvo escasas excepciones), el estilo literario es lo de menos en estos libros. Son sencillos en su redacción y sin complicaciones estilísticas ni recursos literarios de ningún tipo. Muchos de ellos son verdaderas aberraciones para los que amamos la Literatura.
Pero aún así son atractivos para el público en general, sobre todo los de espiritualidad. Eso ha hecho que incluso desde la X Exposición del Libro Católico, un obispo dijera que los libros de espiritualidad católica estaban siendo sustituidos por los lectores por estos libros de autoayuda. Para el psicólogo Juan Carlos Volnovich, su éxito se debe a “la necesidad de comprensión, afecto y espiritualidad en una sociedad acostumbrada al consumo de bienes materiales. La gente busca ávidamente espiritualidad, algo con lo cual sentirse comprendida”. Pero él mismo opina que “no aportan nada nuevo, refuerzan estereotipos, convenciones. Y provocan una mezcla de satisfacción y frustración, por eso se consumen uno tras otro”.
Otros expertos opinan lo contrario y son muchos los terapeutas (a veces pseudoterapeutas) que los recomiendan a sus clientes. Sobre todo, los llamados “personal coaching”, tan en moda hoy en día.

3 comentarios

Mª Paz -

Este libro se lo regale a dos adolescentes que son grandes lectores y cuando lo leyeron me lo recomendaron. Lo ley y me encantó. Estoy de acuerdo con Manolo en que tenemos que olvidanos de cuando en cuando del adulto para reencontrarnos con el niño o el joven que vive en nuestros recuerdo, nos puede dar nuevas perspectivas y ablandar nuestras opiniones.
¿Por qué han de ser tan malos los libros de autoayuda?
Un Saludo de Mª Paz

manolo -

Hace ya algo más de un mes que comentamos en nuestro club, el libro del "caballero".Durante todo este tiempo, no ha pasado ni un solo dia en el que no pensara dedicar unas letras a la impresion que me causo(y me causa)su lectura.
Al mismo tiempo,creo que el hecho de que yo aconsejara leer este libro,a mis compañeros,por la buena impresion que me habia dejado,y comprobar(bendita sea)que no a todos les habia resultado su lectura tan gratamente gratificante como a mi,me habia dejado un poco "descolocado",(la diversidad de opiniones y pareceres es lo que hace grata la conversacion entre personas,de no ser asi resultaria insoportable,y tan solo conseguiriamos por ende escucharnos a nosotros mismos,¡ABURRIDISIMO!).
Pero volvamos al tema,qué habia,qué ocurria,algo se mé escapaba.Por qué me resulto tan satisfactoria la lectura del "caballero".Creo que la primera pista,me la dio mi estimada compañera de lectura Manoli.Persona que ,a mi entender,sabe diseccionar con bastante brillantez la estructura de un libro.En su comentario sobre el libro expone,entre otras cosas,que le habia resultado un poco "ñoño y de lectura juvenil".Y no me queda mas remedio que darle la razon en este sentido.Pudiera ser que asi fuera,porque desde un punto de vista de personas adultas y con una cierta madurez como lectores,bien lo pueda parecer.
Pero,aun quedaba algo,un no se qué, me gritaba desde dentro-¡no es solo eso,hay algo más!-.Y la respuesta aparecio,y se hizo patente de una forma clara y definida,(y todo ello gracias a otra estimada compañera de lectura, "La Señora del te").Ella fue la que hizo saltar la alarma,cuando en la ultima reunion que tuvimos dijo-que si de ella dependiera,el libro seria aconsejado como lectura en los colegios-,(creo que en la anterior reunion tambien habia expresado este deseo,pero en aquel momento no capte su verdadero significado).
Ahora estaba claro,no era un libro para lectores adultos.Ni siquiera para lectores jovenes.Es un libro para lectores infantiles.Y con esto no quiero decir,que el echo de que guste a personas maduras y con una cierta disposicion al analisis estructural de los libros que leen ,tengan una mente infantil.
Quiero decir que este libro debe ser leido con un "animo y espiritu libre",como no puede ser otro, que el de un niño de diez,once o doce años,para poder ser comprendido, al menos, en cierta y justa medida.
Ahora comprendo por que me fue tan grata su lectura.Me hizo recordar mis primeros años de iniciasion en el mundo de la fantasia,cuando leia cuentos de principes y princesas,con dragones malvados,ogros temibles,brujas perversas y un sinfin de criaturas malignas,a las que el agraciado "caballero" tenia que combatir,para salvar a sus seres queridos de las garras de tan temibles monstruos.
Pero aqui no hay dragones malvados,ni ogros temibles,ni brujas perveras.Tan solo existe un ser terrible,el mas temible de cuantos seres malvados pisen la tierra.Al cual nuestro "caballero" tiene que enfrentarse y derrotar para poder recuperar a sus seres queridos(y no tiene espadas,lanzas ni escudos).Su unica arma es su voluntad y el cariño que siente por sus seres amados.Y con estes armas debe enfrentarse al mas cruel y despiadado de los seres que habitan la tierra,solo mensionar su nombre produce pavor en las personas de bien.Su nombre es, "EL SEÑOR ESCONDIDO".Conseguira nuestro esforzado "caballero" derrotar a tan temible enemigo.La respuesta esta en el libro.
Creo,para terminar,que efectivamente si leemos el libro con la mente de un adulto es cierto que pueda parecer un libro para publico juvenil.Pero tambien es bueno que en determinados momentos olvidemos al adulto y nos reencontremos con el niño "feliz e imaginativo" que una vez fuimos.
Nos vemos.

Manoli -

Libros de autoayuda que intentan enseñar lo importante que es amarse a uno mismo y aceptarse, con defectos y virtudes.
Los temas de ambas obras son idénticos y el desarrollo similar: superación de pruebas hasta conseguir el objetivo.
En mi opinión, ambos resultan un poco ñoños y demasiado cargado de frases "con mensaje". Tal vez su lectura esté más indicada para un público juvenil.
Como obra literaria dejan mucho que desear y como terapia, no puedo valolarlos.