Suite francesa. Irène Némirovsky.
En nuestra reunión de ayer le asignamos a este libro la puntuación media de 7,75, con un máximo de 9 y un mínimo de 6.
Pinchando aquí se puede ver el material recopilado para la lectura.
Otras obras de la autora reseñadas con anterioridad:
A continuación os pongo la reseña que ha elaborado Zaida.
Escrita, pero no publicada, por Irène Némirovsky en el mismo momento real de la ocupación alemana de Francia durante la II Guerra Mundial, se mantuvo en la maleta que siguió el periplo de sus dos hijas durante su escapa del acoso nazi para su exterminio. Lo que sus hijas creían que era el diario de su madre, escrito con letra muy menuda para poder aprovechar el papel, y que el dolor de su recuerdo les impedía leer, era en realidad los apuntes y la redacción de una novela grandiosa. Un proyecto de una obra que pretendía retratar de forma contemporánea lo que iba sucediendo con los franceses ante la entrada y asentamiento del ejército alemán. Una forma de acto de justicia para hacer ver a los galos y al resto del mundo su comportamiento colaboracionista.
La novela iba a estar dividida en cinco partes, pero sólo pudo escribir las dos primeras (Tormenta y Dolce), ya que fue apresada, internada en Auschwitz y ajusticiada casi inmediatamente.
En Tormenta se mezclan una serie de historias sobre varios personajes que escapan de París ante la inminente entrada de las fuerzas invasoras. En Dolce, centrada en una región rural cercana a París, se retrata la acomodación de los franceses al asentamiento alemán, las diferentes reacciones a la convivencia, a través también de retratos de personajes dispares.
Nada complaciente con la actitud de los franceses, no se hace ninguna referencia al tema racial ni religioso de los judíos, si no que se centra en otros aspectos como las diferencias de clase, la mezquindad humana del que cree tener la razón, sin asomo de duda, y la actitud del sálvese quien pueda. Pocos personajes se salvan: sólo los Michaud en Tormenta y, en cierto modo, Lucile en Dolce.
La grandeza de la novela está en la capacidad de retratar a los personajes de Irène: retrato psicológico de diversos tipos humanos, retrato de las diferencias entre las gentes de la ciudad y el campo, retrato de las diferencias de clase… Minuciosidad y agudeza en las descripciones y estilo suelto y fresco. Y eso a pesar de que no es una obra completa y es un borrador, porque la autora no tuvo tiempo de retomarla. Esto nos da la medida de su grandeza como escritora.
El libro viene acompañado de un prólogo que nos explica el devenir del manuscrito y la biografía de Némirovsky y unos epílogos con documentos de la propia autora sobre la redacción de la obra y su correspondencia (también la de su marido) en los años de la ocupación hasta su muerte.
Sin duda, una novela muy recomendable.
0 comentarios