Villa Amalia. Pascal Quignard.
“El placer de hundirse en un sillón, de encender una cigarrillo maravilloso y de cerrar los ojos sin que nadie grite ni de zumbidos a los lejos, ni se acerque ni hable, ni comente el tiempo, el día, la hora que pasa, ni te atormente” (Cap. IX)
La pianista Ann Hidden de pequeña fue abandonada por su padre, su hermano murió y su madre vivió esperando siempre al marido.
Cuando descubre que su pareja la engaña, después de llevar quince años juntos, decide vender su casa, dejar su trabajo, cambiar de vida, dejar de ser ella. Se desprende de todo lo que tiene, quiere una nueva identidad.
Finalmente recala en la isla de Ischia y se instala en villa Amalia, una casa abandonada en lo alto de un monte con unas vistas maravillosas al mediterráneo.
Es un canto no a la soledad, sino al silencio acompañado (se rodea de nuevos amigos) y a la quietud de un paisaje puro. Su autor también pone de manifiesto la valentía de la protagonista que, aún teniendo una vida acomodada y un trabajo exitoso, es capaz de abandonarlo todo sin saber cómo va ha terminar.
Mercedes
0 comentarios