Lo que perdimos. Catherine O´Flynn. 2007.
Seguramente, muchas de las cosas que os voy a contar os suenan ya de otros folletos.
Ya nos hemos leído antes otros primeros libros que resultaron ser un descubrimiento y con Lo que perdimos repetimos patrón: chica que escribe su primer libro y que, tras un periplo de varias editoriales (parece ser que de 15 agentes literarios y 5 casas editoriales), aterriza en una pequeña editorial de su ciudad natal (Tindal Street Press), que está dispuesta a publicarlo. El boca a boca de esta historia sin alharacas, sin grandes misterios, ni apenas acción, sin personajes extraordinarios, hizo que se convirtiera en éxito de ventas y se publicara en veinticinco países
También hemos hablado de escritores que triunfan sin haber escrito nada antes: de ella no sabemos, pero por lo que dejan traspasar sus entrevistas, que hubiera tenido una especial inclinación por la narración ni de que hubiera empezado a escribir en la adolescencia ni en la universidad.
Por otro lado, está el tema de las aportaciones autobiográficas al relato: sus padres regentaban una tienda de caramelos (como los de Lisa y Adrian), de pequeña jugaba a ser detective, su barrio natal se transformó con la llegada de un gran centro comercial y trabajó durante algún tiempo en una tienda de música y como “cliente misterioso” (como uno de los relatos en cursiva que aparece en el libro).
Y también tenemos un segundo libro, que no parece que esté a la altura de éste (aún no se ha publicado en España).
Todo esto no le resta mérito a la novela, bajo mi punto de vista, aunque me hace preguntarme si todo habrá sido casual. Ya veremos.
Catherine O’Flynn nació en 1970 en Birmingham de una familia irlandesa, supongo que católica (porque son seis hermanos), que regentaba una tienda de caramelos sobre la que vivían. Estudió Antropología y Sociología en la Universidad de Manchester, tras lo cual, y como muchos de nuestra generación, pululó por una variopinta galería de puestos de trabajo: dependienta, editora de páginas web, cartera… Sin un trabajo estable se casa y en 2002 su marido se toma un año sabático y se van a Barcelona: será allí donde escriba la novela (también en Sitges). Tardó dos años y medio y mientras tanto daba clases de inglés. Tras el éxito, su marido, ella y su hija se han asentado en Birmingham y se ha dedicado a escribir. En julio de 2010 publicó su segunda novela en Reino Unido: The news where you are (¿Las noticias donde tú estés?, lo siento, my english is awful) sobre un reportero de noticias de un canal regional, caracterizado por sus chistes malos y por su falta de ambición, que se dedica a ir a los funerales de gente que muere sola y a la que nadie reclama. Tiene una trama de intriga porque descubrirá una relación entre la muerte de un vagabundo y la de un amigo suyo (si no me he enterado mal de los artículos en inglés que he leído sobre ella).
La obra que nos ocupa ha ganado varios premios de prestigio en Inglaterra y sus derechos han sido comprados para llevarla al cine (los productores de Harry Potter y del niño del pijama a rayas).
La idea del libro se gestó tras escuchar la noticia de que un guardia de seguridad de un centro comercial había visto una noche a una niña en una cámara de vigilancia (niña que no apareció como Kate). Con su experiencia por haber trabajado en uno de esos lugares, se le ocurrió la idea de hablar de un mal de nuestra sociedad como es la soledad.
Por si queréis saber algo más del libro o de la autora, os anoto un par de enlaces
El cultural
Literaturas
5 comentarios
Manoli -
La historia acontece en dos planos: uno en 1984 en el que vemos a Kate, una niña solitaria empeñada en ser detective que se dedica a investigar, acompañada de su mono Mickey, a los que acuden al centro comercial Green Oacks.
Luego tenemos ese mismo centro comercial en 2003 desde la perspectiva de algunos de los que trabajan en él, detrás de las luces brillantes y las tiendas de lujo, agobiados por el trabajo y la falta de expectativas.
Un misterio se entreteje entre estos dos niveles y las historias de los personajes tienden puentes entre ellos.
Hay frescura, inocencia, tristeza, desesperación, locura y también, tal vez, cierta esperanza.
Kate no tiene nada más que sus ilusiones y eso ilumina su vida y arrastra a los que la rodean de modo que su huella perdura en los que la conocieron.
No quiero contar qué ocurre por no desvelar la historia pero considero que es un libro que merece la pena leer. Muy interesante, con unos personajes secundarios muy bien trabajados, incluso se echa de menos no saber más de algunos de ellos.
Un buen libro.
lucia -
Inma -
La novela se desarrolla en dos partes. La primera en 1984 y la segunda en 2003 y en ambas, los protagonistas principales, que tienen una conexión muy singular a lo largo de la obra, son sujetos solitarios, introspectivos, seres que han perdido algo importante en sus vidas, un familiar, una ilusión, la inocencia..., y en el fondo, como si se pudiera generalizar a todo lo que les acontece a las existencias vinculadas en un ciclo, la pérdida de un tiempo mejor.Las consecuencias de dejarnos llevar en una sociedad donde las directrices están marcadas, sin que la mayoría de las veces nos demos cuentas de hacia dónde nos arrastra. Sin embargo, como la propia Catherine ha comentado, hay un personaje que encarna la justicia poética del relato, ahí está la esperanza.
Zaida -
Como en otras ocasiones (léase "Nunca me abandones"), no sé a quién le encargan las editoriales la tarea de hacer las sinopsis de los libros: abstenéos de leer la de esta novela porque cuenta cosas que no se saben hasta la página 90 (de una novela de 300, es decir, hasta que no ha transcurrido un tercio de la novela). Otra cosa: no sé dónde ve esta persona el "incisivo sentido del humor" en esta historia de incomunicación.
La línea de intriga que recorre la novela es lo de menos en este retrato de esta nuestra sociedad.
Un buen libro.
Zaida -
Un beso