Un grupo de nobles damas. Thomas Hardy. 1891.
Los miembros (hombres) del Club de Naturaleza y Arqueología (muy inglés) de Wessex (una región inventada que en realidad corresponde a Dorset), obligados por el mal tiempo a permanecer encerrados, deciden pasar el rato contando historias sobre mujeres que vivieron en el siglo XVIII y que demuestran que no eran tan sencillas ni tan recatadas como su posición y educación podía suponer.
Relatos de pasiones, de traiciones y desengaños. Literatura victoriana, entretenida y bien escrita. No carece de sentido del humor y de cierto espíritu cáustico como podemos ver en el siguiente párrafo:
“Mientras tanto los recién casados, sin prestar más atención a su sangre que al agua de una acequia, eran inmensamente felices… felices, claro es, en la escala descendente que, como todos sabemos, ha dispuesto el Cielo en su sabiduría para semejantes situaciones de arrebato; quiere esto decir que la primera semana se encontraron en el séptimo cielo, la segunda en el sexto, la tercera se mostraron comedidos, la cuarta reflexivos y así sucesivamente, pues el corazón de un amante, una vez posee el objeto de su anhelo, es comparable a la Tierra en sus etapas geológicas: magma primero incandescente, después tibio, más tarde rescoldos frescos y finalmente fríos.”
Thomas Hardy (1840-1928) fue un poeta inglés que tras intentar inútilmente publicar se pasó a la novela a pesar de considerarla un género excesivamente comercial. Al final de su vida volvió a la poesía editando varias colecciones. En sus comienzos vivió de la arquitectura.
Según he podido leer, lo más característico de las novelas de Hardy es su pesimismo y el determinismo físico y biológico que hace actuar sobre sus personajes que nada pueden hacer frente a lo que la necesidad le depara.
Manoli
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