Chesil Beach. Ian McEwan. 2007.
Inglaterra, principio de los 60 del siglo pasado. Una pareja de recién casados en un hotel en un hotel de la playa. Es su noche de bodas y están enamorados. Desean y temen su nueva intimidad física legalizada.
Junto con los sucesos de esta noche, el autor nos va desvelando fragmentos de la vida de los protagonistas, cómo son sus familias y cómo han sido sus relaciones. Pasado y presente se entrelazan muy bien, una cosa lleva a otra sin sobresaltos ni vacíos, pequeños detalles hacen saltar el resorte de los recuerdos. Una narración perfectamente estructurada.
Al final, creo que el tema fundamental del libro es la falta de comunicación entre esta pareja que no supo compartir sus miedos ni sus esperanzas. Como dice el autor al comienzo:
“Eran jóvenes, instruidos y vírgenes aquella noche, la de su boda, y vivían en un tiempo en que una conversación sobre dificultades sexuales era claramente imposible. Pero nunca es fácil.”
Va a resultar que con amar no es suficiente. Nunca lo es.
Manoli
2 comentarios
Inma -
Cuando he acabado he recordado una estrofa de un poema de Bécquer: "Yo voy por un camino, ella por otro, pero al pensar en nuestro mutuo amor yo digo aún: ¿Por qué callé aquel día? Y ella dirá: ¿Por qué no lloré yo?"
Zaida -
El encuadre de la historia a principios de los años 60, cuando comienza a despertar esa revolución sexual que explotará a finales de esa década, es acertada. Los protagonistas no se han enterado de esta revolución y ven con temor esa primera experiencia sexual.
Pero, como él mismo dice, esa primera experiencia es difícil incluso en nuestros días para ciertas parcelas de la población.
¡Oh, los prejuicios! ¡Qué desastrosos son!