Tonto, muerto, bastardo e invisible. Juan José Millás.
No puedo decir que Millás sea uno de mis autores preferidos y quizás esto hace que lea sus libros sin entusiasmo y con prejuicios.
El título de esta obra desde luego no es muy atrayente y el contenido tampoco.
Cuenta la historia de Jesús, jefe de personal de una empresa, que un día lo despiden y comienza a vivir una doble vida. Por una parte la real, con su mujer y su hijo y por otra la imaginaria que va contando a su hijo por medio de cuentos. Hasta que se cansa y abandona a su familia para vivir permanentemente en el mundo que se ha creado.
Desde esta posición hace una crítica feroz del sistema político y de la sociedad.
Transcribo algunas de los opiniones que vierte:
“..la socialdemocracia se caracteriza por ser la única filosofía de la vida que permite hacer lo contrario de lo que predica en nombre de lo que predica.”
“El socialismo no consiste en tratar a todos igual, sino en no tratar igual a los que son desiguales”
Personajes con papel destacado son, Beatriz Samaritas, adivinadora de futuro, y Luis un amigo de la infancia, que los presenta como personajes reales.
Luis aconseja al protagonista que consulte a Beatriz sobre el éxito que tendrá la empresa de papel que quiere montar. Luis le dijo “llama a Beatriz, los políticos y los banqueros van a que ella les eche las cartas, la mitad de las decisiones políticas y empresariales de este país las toman las cartas de Beatriz…”
Luis regenta un sex shop, en el que trabajan mujeres captadas de otros países que se encuentran en situación de esclavitud para saldar la deuda que contrajeron por escapar de sus lugares de origen. El protagonista consigue liberar a una de ellas y por medio de la relación que nos relata conocemos la terrible situación en que se encuentran. Finalmente escapa con ella a Dinamarca, que era donde ella creía vivir. Copenhague la pinta como una ciudad de cuento que le produce miedo:
“Resultaba inquietante ir solo por el medio de una calle de juguete, sabiendo que en el interior de las casas de muñecas podían estar sucediendo las historias atroces de los cuentos”
Resulta una lectura bastante ácida, la crítica que hace del modo de vida occidental es demoledora y lo hace desde el punto de vista de un personaje, el protagonista, que Millás lo presenta como absurdo.
Mercedes
0 comentarios