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EL LÁPIZ DEL CARPINTERO. Manuel Rivas. Alfaguara Madrid 1998.

EL LÁPIZ DEL CARPINTERO. Manuel Rivas. Alfaguara Madrid 1998.

Manuel Rivas es el máximo representante hoy en día de la Literatura Gallega. Su vocación es indudablemente la escritura, que ha practicado en varios de sus géneros: es periodista profesional, poeta, cuentista y novelista, además de haber escrito ensayo. Escribe principalmente en gallego pero también en castellano.

Nació en 1957 en La Coruña de una familia humilde: de tradición campesina, su madre era lechera y su padre, emigrante durante una temporada en América, trabajó de músico en una orquesta y de albañil. Estudió en La Coruña en colegios e institutos públicos y, cuando llegó al bachillerato con 15 años, entró de meritorio por la noche en un periódico local, El Ideario Gallego. Desde entonces, ésta ha sido su profesión que estuvo simultaneando con sus estudios en la Facultad de Ciencias de la Información de la Universidad Complutense de Madrid.

Durante esos años, su actividad profesional fue bastante intensa, mucha de ella concentrada en la promoción del gallego como lengua literaria: funda en 1977 Teima, primer semanario escrito íntegramente en esta lengua y el mensual Man Común; fue fundador en 1980 de la primera radio libre en gallego, Radio As Mariñas; colaborador en varios periódicos (por una crónica suya en La Región de Ourense, se le abrió un proceso militar, que fue sobreseído tras la promulgación de la Constitución); formó parte de diversos colectivos poéticos como Loia (que editó una revista vanguardista en Madrid en 1975) y De amor e desamor.

Siempre ha combinado multitud de trabajos y de proyectos culturales, centrando su labor profesional en el periodismo donde ha colaborado en diferentes diarios: La voz de Galicia, Diario de Galicia, director de Diario 16 de Galicia, responsable de cultura de El Globo y actualmente en El País. También fue director de la revista cultural Luzes de Galiza (1985-95). Esta gran carrera ha hecho que le fuera concedido en 1991 el Premio Fernández Latorre de Periodismo. Sus reportajes y crónicas están recogidas en varios volúmenes: El periodismo es un cuento (1998), Mujer en el baño (2003), Un espía en el reino de Galicia (2004)…

 

Paralela a su actividad artística, su compromiso político y social es muy grande. Desde  su juventud estuvo muy implicado en la defensa de Galicia y la lucha contra la Dictadura (al poco de llegar a Madrid para estudiar, fue detenido en una manifestación estudiantil; además, hace poco se ha sabido que su nombre estaba en una lista de “personas a eliminar” de los golpista del 23-F). Galleguista hasta la médula, ofrece una nueva visión no tan tradicional sino abierta al resto del mundo (algunos dicen que se ha aburguesado). Gran defensor del patrimonio cultural y natural de su tierra, se involucra en todas aquellas acciones que sirvan para su promoción y defensa.

Además, fue uno de los fundadores de Greenpeace España, formando parte de su primera directiva. Este interés por el medio ambiente y por su tierra le llevó a formar parte del movimiento “Nunca Máis” tras la catástrofe del “Prestige”.

Está casado y tiene dos hijos, uno de ellos ahora famoso por ser uno de los protagonistas de la serie “El internado”.

 

En el terreno literario su producción se reparte entre la poesía, el cuento y la novela. La producción poética centró los inicios de su carrera y ha imbuido al resto de su obra, destaca en el manejo de las metáforas y en la conexión con la realidad cotidiana. Ha publicado varios libros de poemas, muchos de ellos recogidos en las antologías O pobo da noite (El pueblo de la noche) (1997).

Otra faceta en la que destaca es en la elaboración de relatos cortos: Según él, “aprendió el oficio de los que escribían en el aire, los narradores orales”. Los relatos que le contaba su madre son fundamentales para él (también sus poemas). Tiene preferencia por este género y esto también se refleja en sus novelas porque tienden a ser cortas. El más importante de estos libros de relatos es Qué me queres, amor? (¿Qué me quieres amor?) (1996), Premio Nacional de Narrativa y Premio Torrente Ballester, que contiene el cuento A lingua das barboretas (La lengua de las mariposas) (llevada al cine por José Luis Cuerda, de forma un poco empalagosa para mi gusto). Otros son: Un millón de vacas (1989, Premio de la Crítica), Ela, maldita alma (Ella, maldita alma) (1999), A man dos paíños (La mano del emigrante) (2001)  As chamadas perdidas (Las llamadas malditas) (2002).

Algunas de sus novelas han conseguido el Premio de la Crítica (gallega, En salvaxe compaña (En salvaje compañía) 1994; española, O lapis do carpinteiro (El lápiz del carpintero), 1998, además de Premio de la sección belga de Amnistía Internacional). Su última novela (con ciertas peculiaridades de género, pues mezcla varios) es Os libros arden mal (Los libros arden mal) (2006): un recorrido por la historia de España desde 1881 hasta hoy. Rivas dice que pertenece al género policíaco pero dentro de la novela hay un ensayo histórico (un compendio del fascismo español y europeo) y un poemario. Ha sido una de las obras preseleccionadas para el Premio Médicis 2008  y para el Premio France Culture-Télérama que se conceden en Francia, aunque finalmente no obtuvo ninguno.

Analizando él mismo su obra, dice que está hecha de “harapos cosidos, de retales”, de personajes fetiches y de historias en apariencia disímiles pero que pertenecen a un mismo ciclo, unidos por hilos invisibles; “podríamos coserlas y formarían un mismo tapiz. Imperfecto”. Le gusta oír hablar a la gente del pueblo, sus historias, sus formas de narrar son inspiración para sus obras.

 

También tiene una obra teatral: Héroe (2006) y dos novelas juveniles: Todo ben (Todo bien) de 1985 y Bala perdida (1996).

 

El lápiz del carpintero fue llevada al cine por Antón Reixa con Tristán Ulloa (Daniel da Barca), María Adánez (Marisa Mallo) y Luis Tosar (Herbal)

Zaida

1 comentario

Manoli -

Me costó entrar en este libro, seguramente porque el tema de la guerra civil no me gusta mucho. Cuando avanzas te das cuenta que no trata sobre la guerra sino sobre las personas, sobre una persona que vive por la vida de otra, a la sombra de alguien a quien envidia o tal vez admira.
Lo que más me gustó fue el lenguaje, las imágenes que pinta, las descripciones.
Como siempre, me pareció muy ilustrativo nuestro coloquio en el club de lectura porque me hizo ver muchas cosas de las que no me había percatado.