Expiación. Ian McEwan. 2001.
"Toda la novela surge de una idea que tuve hace tiempo y que me obsesiona: cómo puede cambiar toda tu vida en un solo momento"
Aunque para mí es un magnífico descubrimiento, Ian McEwan es un autor muy reconocido a escala internacional. Ya hablé de él cuando leímos Nunca me abandones, porque junto a Ishiguro forma parte de una generación de escritores británicos que nacieron tras la II Guerra Mundial, que empezaron a despuntar a comienzos de los 80 y que han renovado el panorama novelístico del Reino Unido. Entre ellos, es el que más destaca, alabado por la crítica pero también por los lectores (se dice que cada nueva novela suya tiene grandes probabilidades de vender 200.000 ejemplares en tapa dura).
Nació en 1948 en Aldershot (Reino Unido) y tuvo una infancia muy viajera porque su padre era un sargento mayor y procurador militar escocés que trasladó a su familia por diversos lugares del mundo (Singapur, Trípoli, Alemania). Decidió abandonar sus estudios antes de entrar en la universidad para marcharse a Grecia, donde trabajó como barrendero. Volvió a Inglaterra y estudió en las Universidades de Sussex y East Anglia, donde fue el primer estudiante inscrito en el Curso de Escritura Creativo que dio Malcolm Bradbury (el de Las crónicas marcianas).
Ha estado casado dos veces. Su primer matrimonio acabó de una forma un tanto escandalosa en 1999 porque su mujer, en plenos trámites de divorcio, se fugó a Francia con su amante y se llevó al menor de sus dos hijos con ella, cuando la custodia de ambos se le había concedido a Ian. Ahora está casado con la periodista y crítica literaria Annalena McAfee y vive en el mismo centro de Londres, en Fitzroy Square, cerca de Oxford Street y la Torre de Correos, en una gran casa con un despacho para trabajar muy pecualiar, porque está dividido en dos ambientes: a un lado, el perteneciente al siglo XXI, con una gran mesa, ordenador y toda clase de última tecnología; a otro lado de la habitación, la parte de la escritura tradicional, a mano, con una gran mesa forrada en cuero. Se rodea de instrumentos musicales, piano y guitarra eléctrica, pues la música es muy importante para él: la novela perfecta es como una sonata con dos temas que sobre los que se da vueltas, se desarrollan y terminan en una coda.
Hace muy poco conoció un hecho de su vida que parece sacado de una de sus novelas: supo que tenía un hermano que sus padres habían dado en adopción y que habían mantenido en secreto hasta su muerte. Su madre estaba casada en primeras nupcias con una persona con la que tuvo dos hijos y al que engañó mientras se encontraba luchando en la II Guerra Mundial con el padre de Ian: de esa relación nació un hijo y al saber que su esposo iba a regresa, cuando el bebé contaba un mes, pusieron un anuncio para darlo en adopción, cosa que hicieron con una pareja que vivía muy cerca de ellos. Nunca contaron nada hasta que hace poco, ese hermano de McEwan empezó a investigar sobre su familia y lo encontró.
Ian McEwan es una persona que acepta su relevancia social pero no asiste casi a conferencias ni cursos de experto sobre su persona. Pero se involucra en toda cuestión social que le interese: ahora mismo le interesa mucho el cambio climático, los estudios sobre genética (a raíz de saber lo de su hermano), la psicología cognitiva y el terrorismo e integrismo islamista. Sobre esto, ha escrito otra de sus novelas más famosas, Sábado (2005), tras el impacto emocional que le produjeron los atentados del 11-S en Nueva York y los posteriores. Profundamente crítico contra toda forma de esclavitud religiosa y de integrismo, principalmente islámico pero también cristiano, aunque, según afirma, los occidentales ya nos hemos liberado de la parte peor de la religión cristiana, cosa que no han hecho los musulmanes y no es justo que empecemos de nuevo a luchar contra esto, cuando nosotros ya lo hicimos. Lucha enfurecidamente contra la censura que impera hoy en día contra la libertad de expresión en situaciones como las ocurridas a escritores como Salman Rushdie o Houellebecq.
Tiene editados una docena de libros entre novelas y libros de relatos con los que ha conseguido una gran avalancha de prestigiosos premios, no sólo en su país. Empezó a publicar cuando aún no había cumplido los treinta años, dos libros de relatos llamados Primer amor, últimos ritos (1975) y Entre las sábanas (1978), que junto a sus primeras novelas (El jardín de cemento, 1978; El placer del viajero, 1981; Niños en el tiempo, 1987; El inocente, 1990; Perros negros, 1992; y Ámsterdam, 1998), le valieron entre la crítica el sobrenombre de Ian McAbre (Macabro), porque son historias (aunque se fueron suavizando según avanzaba el tiempo) de gran sordidez y cargadas de perversidad. Los libros de relatos son un registro de perversiones sexuales que asedian al hombre común y en las novelas siempre hay un componente de disonancia tétrica o sombría y angustia existencialista.,
Pero con Expiación, ha entrado en una nueva etapa creativa, mucho más suave, con un afán por el realismo más luminoso, más centrado en los detalles y en la exploración de la psicología de los personajes y sus pensamientos, experiencias y sentimientos. Como Flaubert, cree que cualquier cosa se vuelve interesante si uno la mira con la suficiente atención.
Es un escritor muy preocupado por la estructura de la novela y por los personajes. Una de las características de su literatura es que entra a saco en lo cotidiano, donde todo, hasta lo más irrelevante, puede convertirse en insólito y lo más inocente en siniestro.
A la vez que empezaba a despuntar en el panorama literario, se dedicaba a escribir guiones para la BBC y para el cine. En Expiación, de la que recientemente se ha hecho una película de la que él es productor ejecutivo, supervisó el guión y el resultado le ha agradado, cree que Joe Wrigth ha captado la esencia de la historia y la ha trasladado con fidelidad. Sólo parece un poco descontento con Keira Knightley, pues dice que hizo una interpretación de Cecilia muy fría. Pero está encantado con la niña que interpreta a Briony.
Por otra parte, ha sido acusado de plagio por una de las partes de Expiación (la tercera, la del hospital), con la autobiografía de una escritora británica (Lucilla Andrews: No time for romance). Él mismo reconoce que le sirvió de inspiración y así lo dice en los agradecimientos del final del libro.
Tras Expiación, ha escrito Sábado (2005), en la que se habla del sentimiento de amenaza que se cuela en nuestras vidas tras los ataques a las Torres Gemelas, y Chesil Beach (2007), en la que se cuenta la noche de bodas de una pareja de principios de los años 60. En ellas, como en Expiación, se estudia el hecho de que un suceso cambia las vidas para siempre de varias personas.
Zaida.
9 comentarios
Inma Taza López -
Ahí va uno videoclip sobre uno de los mejores libros que se han escrito. Para los que conocen mis filias literarias: sobre todo, se lo dedico a Mabel Martinez Sanchez, que yo sé que, en el fondo, fondo, fondo, le encanta Briony
ROBBIE / BRIONY - Perdida
www.youtube.com
Briony & Robbie clips---Expiación (Atonement-Joe Wright) song---Perdida (La oreja de van gogh)
Me gusta · · Dejar de seguir esta publicación · Compartir · El Martes a la(s) 21:21 ·
A Críspulo Cruz y Maria Jose Osorio Lozano les gusta esto.
Vivi Carrero Ay! No se, lo recuerdo y me parece tan triste...
El Martes a la(s) 21:59 · Me gusta
Inma Taza Lopez Es fantástico este videoclip, a mi también me parece una gran obra literaria "Expiación" y a Briony la perdoné mucho antes de terminar el libro, pero me encanta ese tira y afloja entre Mabel y tú. Si la termina aceptando, no será lo mismo...
El Martes a la(s) 22:11 · Me gusta
Inma Taza Lopez "Me dejé llevar por una tontería..."
El Martes a la(s) 22:20 · Me gusta
Mari Paz Osorio Lozano A mi también me parecen buenísimos tanto el libro como la película pero no perdoné a Briony con tanta facilidad como Inma, aunque la perdoné.
El Martes a la(s) 23:30 · Me gusta
Mabel Martinez Sanchez siempre me parecerá una egoista irredenta,pero de todas formas te agradezco la recomendación.Un beso
Ayer a las 0:49 · Me gusta · 1
Elena Carrero Briony era mala, mala, mala...
Ayer a las 2:05 · Me gusta
Zaida Liñán Berzal ¿Es que ninguna ha sido adolescente? En esa época todo es blanco o negro, no hay grises. Briony lleva toda su vida esa carga: a mí, como a Vivi, me parece muy triste
Ayer a las 8:02 · Me gusta
Vivi Carrero Si, triste, pero te quedas con ganas de pegarle una buena colleja a la niña
Ayer a las 13:33 · Me gusta
Zaida Liñán Berzal Pero qué petardas sois todas...
Ayer a las 15:09 · Me gusta
Mabel Martinez Sanchez menos mal que la verdad termina saliendo jajajaja
Ayer a las 16:54 · Me gusta
Inma Taza Lopez Bueno, ella "expía" su culpa hasta el final de su vida, peor hubiera sido que no le hubiese importado.
Ayer a las 17:12 · Me gusta · 1
Críspulo Cruz Aunque sin restar la parte de culpa que tiene Briony, creo que la culpa la tiene la sociedad en la que se desenvuelve la historia; y esa forma velada de discriminación social a la que se somete al protagonista. El hijo del jardinero no pued...
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Ayer a las 18:23 · Me gusta · 1
Zaida Liñán Berzal Me gusta tu visión. Pues, ahora que lo dices tú, la historia se puede plantear como una metáfora de la alta sociedad de entreguerras británica y su evolución tras la 2ª Guerra Mundial. De todas formas, ya sabes que en cada reunión nuestra sale Briony.
Ayer a las 18:27 · Me gusta
Zaida Liñán Berzal Si ya lo digo yo siempre, cada persona que lee un libro puede aportar una visión que los demás no hemos tenido: por eso son fantásticos los clubs de lectura!!!!
Ayer a las 18:28 · Me gusta
Críspulo Cruz En algo estamos de acuerdo. Los clubs de lectura son fantásticos.
Ayer a las 18:32 · Me gusta · 1
Inma Taza Lopez Si Ian McEwan supiese cuántas veces hablamos de su obra se haría miembro permanente del club.
Ayer a las 18:33 · Me gusta
Zaida Liñán Berzal Jajajaja. ¡Ojalá!
Ayer a las 18:33 · Me gusta
Inma Taza Lopez http://elpais.com/diario/2002/10/05/babelia/1033774753_850215.html
'La bondad y la maldad están diseminadas equitativamente por todo el mundo'
elpais.com
'La bondad y la maldad están diseminadas equitativamente por todo el mundo'
Ayer a las 19:02 · Me gusta · 1 ·
Inma Taza Lopez Es una entrevista interesantísima a Ian McEwan y habla, cómo no, de Briony. Espero que tanto a los de las fobias, como a los de las filias les aporte algo.
Ayer a las 19:06 · Me gusta
Zaida Liñán Berzal Mabel, el autor dice: ¿Qué le llevó a meditar sobre el concepto de expiación y sus ramificaciones morales?
R. No fue premeditado, sino que surgió lentamente a medida que escribía y una vez que descubrí que Briony es la autora de la novela ...
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Ayer a las 20:34 · Ya no me gusta · 1
Mabel Martinez Sanchez esa moralidad no me interesa.Estoy de acuerdo que Briony pasa el resto de su vida expiando su falta pero el daño hecho es tan grande que como lectora no puedo perdonarla.
Hace 21 horas · Me gusta
Críspulo -
Zaida -
A mí ni siquiera la primera parte me ha parecido larga: es la que más me gusta. Esos puntos de vista de los participantes principales del suceso (a posteriori todos ficticios menos uno), haciendo avanzar y retroceder la acción, la mirada de Briony y su peculiar estilo narrativo... Estoy de acuerdo con Inma en lo de la pretendida imparcialidad de la autora real del libro en esa primera parte: quiere hacernos comprender que todo se conjugó para hacer que hiciera lo que hizo (parece una frase de ella).
Yo comprendo a Briony: no creo que lo hiciera por maldad, sino porque era una adolescente con una imaginación desbordante, una falta de atención por parte de los mayores que la rodeaban y un deseo de proteger y de ser considerada por ellos.
La segunda parte que nos cuenta la vuelta de Robbie de la guerra es determinante, pues es ella, la guerra, el elemento que confirma la tragedia y que no deja que todo se pueda "arreglar".
La tercera y cuarta parte son la expiación de Briony: sus variados intentos de solucionar todo. Toda una vida para expiar y para comprender que es imposible perdonarse a uno mismo.
Me hubiese gustado que hubieseis disfrutado de esta novela como lo he hecho yo: no hay nada comparable a la emoción extrema que se siente cuando un libro te llena. Pero... no pasa nada. A ver si con Irène Némirovsky tenemos más consenso. Pero si eso no sucede... tampoco pasa nada.
Por favor, pensad en libros para el verano porque en la siguiente sesión tenemos que decidirnos ya. Preseleccionados tenemos: "La historiadora" (novela de temática fantástica)y "El viaje de Baldassare" de Amin Malouf (no recuerdo si dijimos otro más... no lo apunté y mis neuronas me están fallando).
Hasta el mes que viene
INMA -
Es la obra, revisada de errores, que un día escribió una niña. Es una historia con diferentes puntos de vista. Es la inmersión en un suceso, que por las graves consecuencias que acarrea, pretende una imparcialidad que originariamente no tuvo.
La segunda parte es la creación de una historia, la historia de unas vidas truncadas. Y, también, una narración meticulosa y muy bien expuesta de los horrores de una guerra, de una huída, de una desesperación (en esta ocasión con errores conscientes que hacen más amable el relato). Y, la tercera parte, es el nexo de unión, el hilo conductor, que hace entender el porqué de Expiación.
Manoli -
En el segundo capítulo se nos presenta la guerra en toda su brutalidad aunque nuestros protagonistas consiguen conservar algo de humanidad (¿cómo?). Aquí la sensación es de angustia y los hechos terribles se encadenan.
En la tercera parte vemos luces y sombras, penas y esperanza, también dolor, mucho dolor, el de los heridos y el de Briony que lucha por expiar sus culpas.
A mi parecer el libro se hace un poco pesado y parece que a veces se recrea en lo morboso. Una historia original y bien llevada.
Encarni -
La primera mitad (222 páginas) es tediosa, excesivamente aristocrática y algo vacía. Los protagonistas, en esta parte, parecen mirarse únicamente el ombligo, a falta de algo mejor que hacer. Se buscan problemas allí donde no los hay, debido a que tienen sus necesidades sobradamente cubiertas. Uno se pregunta, para qué, se nos cuenta tanto detalle y tan profundo.
La segunda parte, muy bien escrita, nos da un bofetón y creemos habernos equivocado de libro, pues cambia de tercio radicalmente.
Ya en la tercera, y mejor desde mi punto de vista, el autor responde a la pregunta que me hago al principio, al fin se nos descubre como todos tienen su particular expiación y la forma en que pagan, no ya por sus errores, sino por su forma de vida anterior (extensamente descrita en la primera parte).
Ganaría mucho con la primera mitad más breve.
Antonio -
(P.D. No puedo asistir mañana a la reunión)
Cristina -
Gloria -