El alquimista impaciente. Lorenzo Silva. 2000.
http://www.lorenzo-silva.com
http://www.bevilacquaychamorro.com
http://lorenzo-silva.blogspot.com
Muy trabajador son las palabras que vienen a la mente tras leer el currículum de Lorenzo Silva, a pesar de haber estado conciliando su trabajo como abogado con el de escritor hasta hace bien poco.
Nacido en 1966 en Madrid, hijo y nieto de militares (de ahí su conocimiento del funcionamiento de un cuerpo militarizado como la Guardia Civil), su familia paterna es de Málaga. Se crió en Carabanchel y en Getafe, donde su padre fue destinado como militar y donde vive desde hace muchos años y donde ha ambientado algunas de sus novelas (sobre todo, juveniles). Allí reside con su mujer y sus dos hijos.
Se dedicó a la abogacía, estando especializado en temas de empresa, primero como auditor de cuentas y asesor fiscal en una firma multinacional y después, durante diez años, en una empresa grande del sector energético (1992-2002).
Pero a él lo que le gustaba era escribir y ya desde 1980 empezó a acumular relatos, artículos, ensayos, poesía, teatro, un libro de viajes y varias novelas. Dice él mismo que ya en la adolescencia abandonó la poesía y la dramaturgia por no estar dotado para ellas. Ahora el grueso de su obra lo configuran 19 novelas, ensayos, libros juveniles y bastantes colaboraciones en prensa y radio (es el que lleva el Bloc del Cartero en XL Semanal, trabaja en Público y en El Mundo, pero también esporádicamente en otros como El País, ABC, El Correo; en radio participa en el magazine Al sur de la semana de la COPE). También lleva un taller de narrativa para jóvenes en Getafe y ha participado en el guión de la versión cinematográfica de La flaqueza del bolchevique. Además, sigue escribiendo ensayos jurídicos y participa en foros de estos temas.
A los 25 años escribió Noviembre sin violetas, que consiguió publicar en una pequeña editorial y de la que se vendió toda la edición. Pero, en general, tuvo dificultades para que le publicarán y no fue hasta que quedó finalista del Nadal en 1997 por La flaqueza del bolchevique cuando empezó a ser reconocido y a publicar con regularidad, ya que en los años siguientes se prodigaron los premios: Premio Ojo Crítico en 1998 por la primera novela de Bevilacqua y Chamorro, El lejano país de los estanques; Premio Nadal 2000 por El alquimista impaciente; Premio Primavera 2004 por Carta blanca…entre otros.
Es un personaje muy accesible para sus lectores: tiene dos páginas web y contesta a cuántos le escriben. Además, ofrece charlas por diversos escenarios, prestando especial atención a los jóvenes (hace muchas visitas a institutos).
Sus presupuestos literarios son también muy diversos. Él mismo ha catalogado su extensa obra en su página web:
- La serie policíaca de Bevilacqua y Chamorro: hay cinco novelas hasta hoy. La idea se le ocurrió tras decidir escribir una novela policíaca y pensar en un crimen ocurrido en una zona rural, por lo que los investigadores debían ser de la Guardia Civil. Es la serie que le ha dado a conocer al gran público.
o El lejano país de los estanques (1998)
o La niebla y la doncella (2002)
o Nadie vale más que otro (2004)
o La reina sin espejo (2005)
o El alquimista impaciente fue llevada al cine en 2002, dirigida por Patricia Ferreira y protagonizada por Roberto Enríquez como Bevilacqua e Ingrid Rubio como Chamorro
- Un grupo de novelas sobre las desazones de presuntos triunfadores de nuestro tiempo y sus ansias de redención:
o El urinario (1995)
o La sustancia interior (1996)
o La flaqueza del bolchevique (1997): se hizo una película en 2003 protagonizada por Luis Tosar y María Valverde y estuvo nominada al Goya Mejor Guión Adaptado (por el director, Martín Cuenca y él mismo) y ganó el de Actriz Revelación por María Valverde
o El ángel oculto (1999)
- Trilogía de Getafe: son tres novelas juveniles ambientas en su pueblo (Algún día, cuando pueda llevarte a Varsovia, El cazador del desierto y La lluvia en París). Se complementa con una cuarta novela juvenil Los amores lunáticos
- Marruecos: su relación con este país le viene por varios frentes; por un lado, uno de sus abuelos luchó allí en 1920 y el otro murió en Rabat en otras circunstancias; además tiene familia allí. Con esta temática ha escrito dos novelas (El nombre de los nuestros, 2001, y Carta blanca, 2004) y una mezcla de ensayo histórico y libro de viajes (Del Rif a Yebala. Viaje al sueño y pesadilla de Marruecos). Además, ha sido participado en la creación de una antología sobre narradores contemporáneos marroquíes, con el nombre de La puerta de los vientos, en ese afán suyo porque conozcamos este país vecino y olvidemos viejos prejuicios.
- Líneas de sombra (2005): once reportajes sobre criminales y policías, con un epílogo sobre el género negro y un texto inédito sobre la génesis y el método de creación de las historias de Bevilacqua y Chamorro
- El déspota adolescente (2003): un libro que recoge varios relatos suyos. Lo escribió gracias a la presión de sus lectores y visitantes de su página, porque él reconoce que no le gusta escribir cuentos ya que cree que no es bueno en ello.
- La isla del fin de la suerte (2001): con su deseo de estar cercano al lector, inició un experimento de creación literaria. Empezó a escribir una novela en Internet con la participación de la gente que iba leyéndola y comentado a la vez que la iba escribiendo; incluso decidieron el final de la misma
3 comentarios
Zaida -
Salvando las distancias, me recuerdan a Kurt Wallander como dice Encarni, porque no son los pluscuamperfectos policías que vemos en las películas y las series americanas, tienen sus fallos y sus pesquisas a veces se separan de la línea que les hubiese llevado a una más rápida resolución del caso. Parecen más humanos que Grissom, vamos.
Me ha parecido un libro muy entretenido.
Manoli -
El resultado no es una obra de arte pero si un libro entretenido, escrito correctamente y con las piezas bastante bien encajadas.
Encarni -
Destaca en ella el sarcasmo y el sentido del humor con el que trata a los protagonistas y al mismísimo cuerpo.
Nos acerca a la labor cotidiana de un sargento y su ayudante. Los retrata alejándose de toda espectacularidad; son personas corrientes, con una tarea por resolver y sin los medios de las películas americanas. Sólo cuentan con su astucia y poco más.
El sargento Bevilacqua (¡vaya cruz de nombre!) es honesto, consecuente y tiene un punto feminista con el que intenta comprender y acercarse a la guardia Chamorro. Pero es un solitario y como tal parece que seguirá.
Respecto a la trama es muy actual, pero no llega a enganchar.
Lo mejor, el humor.
(Para los que lo hayan leído: ¿no os recuerda al sueco Wallander y a su ayudante?)