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Estupor y temblores. Amèlie Nothomb. 2000.

Estupor y temblores. Amèlie Nothomb. 2000.

Amélie Nothomb es una escritora superventas. Hasta la fecha ha publicado 21 libros que son aclamados por el público y la crítica.

Excéntrica, imaginativa, mordaz, esta belga de vida totalmente atípica, nació en 13 de agosto de 1967 en Kobe (Japón). Su padre es un barón y diplomático belga que arrastró a su familia por medio mundo. Toda su ajetreada infancia la marcó profundamente y es un tema recurrente en sus novelas, sobre todo en Biografía del hambre (2006).

Vivió hasta los cinco años en la región de Kansas (muy diferente en el estilo de vida a Tokio) y tuvo una relación, para ella muy importante, con su nodriza japonesa, ya que sus padres, según ella, son personas muy distantes: con el padre dice que mantiene una relación intelectual (se hablan y se miran pero no se abrazan). Dice que a los dos años aprendió en secreto a hablar japonés y esta cultura la marcó. Pero entonces trasladaron a su padre a otros países: a los cinco años va a China, Laos, Birmania, de allí a los nueve años a Nueva York, a los doce a Bangladesh y después a los quince a Bélgica, su patria. Pero se siente extraña y extranjera en esa cultura que no la entiende. Estudia en Bruselas Filología Románica y empieza a escribir para escapar de la presión que siente en Bélgica: La higiene del asesino (1992 y, en España, en 1996). Desde entonces, escribe todos los días desde las 4 de la mañana a las 8, a mano (no usa ordenador ni Internet), envuelta en jerseys y bebiendo sin parar tazas de té negro.

Una vez terminada su carrera, decide marcharse a Japón a trabajar como traductora en una gran multinacional y allí sucede, ella declara, todo lo que se transcribe en Estupor y temblores (1999 en Francia y 2000 en España), tal cual, incluido lo de los baños. Esta novela supondrá un gran éxito en Francia y obtendrá el Gran Premio de Novela de la Academia Francesa de ese año. Ha sido llevada al cine en 2003 por Alain Corneau.

A partir de entonces, ha sido un no parar: escribe tres novelas al año aunque publica sólo una, todas de gran éxito en el país galo.

Desde luego es una persona bastante peculiar. Toda su obra es inmensamente autobiográfica, según ella dice, pero a veces es contradictoria, extrema, incongruente: en realidad, no se puede discernir lo que es real de lo inventado. Se nutre básicamente de su infancia, para ella la parte más importante de su vida. Aparece en varios de sus libros, pero sobre todo en Biografía del hambre (2004 y en España 2006), donde cuenta los años de su infancia en que padeció anorexia y bulimia. El tema del alimento también es un recurrente en su obra.

La crítica está dividida. Alabada por unos, a otros les parece superficial y absurda o demasiado exótica (estilo Bic). Pero hay que reconocer que es original y, a pesar de un cierto estilo a veces infantil, posee un vocabulario preciso y cierto gusto por la inserción de comentarios, vocabulario y citas cultas. Le gustan las situaciones extremas, los personajes excéntricos, las escenografías absurdas. Sus frases son cortas y directas y sus reflexiones muchas veces mínimas. Le gusta realizar generalizaciones que parten de la observación de un detalle y extraer conclusiones de las situaciones cotidianas. Además, le gusta teatralizar las presentaciones de sus libros, a los que considera sus bebés.

Algunas de sus obras son:

*       La higiene del asesino (1992/1996): un anciano y misántropo premio Nobel de Literatura se encuentra próximo a la muerte debido a una exótica enfermedad de las articulaciones. Todos los periodistas enviados a entrevistarle son tratados con una malignidad y un cinismo extremos, hasta que una joven de fuerte carácter le planta cara y le arranca en un intenso duelo dialéctico una entrevista sorprendente...

*       Metafísica de los tubos (2000/2001): narra los primeros años de la vida de una niña obsesionada por el agua que, disconforme con su entorno, adopta la inerte forma de tubo como condición existencial. Con la crueldad, realismo y humor a que nos tiene acostumbrados, la autora rememora episodios de su infancia japonesa

*       Antichrista (2003/2005): Blanche conoce a Christa en la Universidad de Bruselas. Ambas tienen dieciséis años, Blanche es solitaria, tímida e insegura, Christa deslumbra por sus dotes de seducción y su descaro. El encuentro de estas personalidades podría haber propiciado una amistad duradera, pero se convierte en un doloroso camino de manipulación, abusos y humillaciones para Blanche, quien decide rebelarse. Antichrista, tragicomedia iniciática sobre las dependencias emocionales de la adolescencia y una reflexión sobre la vulnerabilidad, el sufrimiento y las expectativas de esa tierra de nadie situada entre la infancia y la juventud.

*       Biografía del hambre (2004/2006): es un libro autobiográfico que también es una apología del apetito. No obstante haber padecido anorexia durante dos años, en el relato explica su vida a través del hambre y reivindica una glotonería en muchos registros: hambre de lenguas, de libros, de alcohol, de chocolate, ansia de belleza y de descubrimientos... Amélie Nothomb afirma que tiene «un apetito absoluto», al que asedia en este relato en todas sus formas, del éxtasis al horror.

*       Ácido sulfúrico (2005/2007): el último grito en programas televisivos de entretenimiento se llama «Concentración». Por las calles de París se recluta a los participantes de este reality show, que serán trasladados al plató en vagones precintados como los que trasportaban a los judíos durante el exterminio nazi y, después, internados en un campo. Ante las cámaras de televisión, los prisioneros son golpeados y humillados. El clímax llega cada semana, cuando los telespectadores ejercen el televoto: desde sus casas pueden eliminar-ejecutar a uno de los participantes. Pannonique, una estudiante de gran belleza, es reclutada. Zdena, una mujer sin empleo, se enamora de ella. Una pareja fatal: la víctima y el verdugo. Cuando la audiencia tiene que votar sale a la luz el sadismo inconsciente del público que deplora el horror pero es incapaz de perderse una entrega. Una historia que sirve como crítica de un mundo brutal y crudo de hipocresía biempensante: un mundo en el que incluso la denuncia del sistema pertenece al sistema.

Zaida

5 comentarios

gloria -

Estoy totalmente de acuerdo con Mª Paz, en cuanto a que el libro de Estupor es como un sorbete de limón, entre dos platos fuertes. Me gustó un montón. Las situaciones planteadas son a veces grotescas, pero no dejan de ser impactantes. Los personajes se encuentran muy encasillados en su sociedad y dentro de la empresa en el lugar que ucpan, no salen de ahí, parecen no tener más aspiraciones.Han llegado a donde están en la empresa y no permiten que nadie les pise el terreno , ni hay lugar para las innovaciones. Todo lo extranjero, en el sentido de extraño, no es aceptable en ese mundo tan definido. Pero me gustó.

Mª Paz -

Este libro es como un sorbete de limón entre dos platos fuertes, ideal para descongestionarnos de alguno más contundente. A mi prticularmente, aunque reconozco que tiene muchas situaciones bastante humillantes, en genral me hizo mucha gracia. Y si tal y como parece, es autobiografico. El carácter de Amèlie Northomb es genial, bastante excéntrica, pero genial. En definitiva me gustó, parece escrito de una sola pincelada, sin sombras ni mezclas, así de sencillo.
Un saludo a todos.
Mª Paz de la tertulia de la Unión.

manolo -

Al leer este libro no debo por menos recordar la lectura,hace ya bastantes años,de un libro maravilloso y deslumbrante-y digo deslumbrante, en el mas amplio sentido de la palabra-.La narrativa,la exposicion de los hechos,la descripcion del entorno,el conocimiento social e individual de las personas,la elegancia de las formas al describir cualquier tipo de conducta o costumbre de claro arraigo abolengo(y un sinfin mas de detalles que se podrian añadir),hacen -al menos para mi-al libro por antonomasia de la critica social de un pueblo.Estoy hablando de-DUBLINESES,de James Joyce-.
Y por qué hago referencia a este libro.Pues,tan solo,para para poder establecer una clara valoracion de diferencias a la hora de iniciar una critica(tanto si es sobre un sujeto o una sociedad).
Las formas en el desarrollo del libro "estupor" adquieren para el lector(en este caso el que escribe)un revoltijo de cacofonias inconexas que me hacen sentir "mareado"y, por consiguiente,los demas estados ,tanto fisicos como animicos,que esto produce.
La escritora(¿o protagonista?)hace aqui uso de la "pluma",para despacharse a gusto,de un lenguaje cruel y un tanto mezquino.De un claro odio hacia un pueblo y unas costumbres,que hacen pensar:primero,que esta persona conoce muy poco,o casi nada,de las milenarias formas de comportamiento del pueblo nipon:segundo,en el supuesto de que esta persona se hubiese visto agraviada,en algun momento,por algun sujeto de la comunidad(en este casa una superiora),deberia emprenderla con dicho sujeto y no contra toda una comunidad.Y por tanto creo que no da ningun valor a la individualidad y diferenciacion entre personas(aunque estas sean del mismo pueblo):y por ultimo,creo que al libro le falta un mucho de elegancia y le sobra un poco de ironia mordaz.
Nos vemos.

Manoli -

En clave de humor nos acercamos a la vida japonesa, a su modo de ver el trabajo y la empresa. Esta aproximación es lo que puede tener de interesante el libro que por lo demás es un poco insulso. Se lee en un rato, es divertido a veces, pero pasa sin pena ni gloria.

Inma -

Estupefacta y hasta con el baile de San Vito me he quedado después de leer esta obra de Amélie Nothomb, porque a pesar de estar novelada, tiene mucho de autobiográfica, y por tanto de realidad. Así pues, tras informarme bien sobre las costumbres niponas, he decidido que, si a algún miembro de mi familia, incluida yo misma, nos ofrecen la posibilidad de ir a trabajar a Japón, pedimos con cortesía una excedencia, y nos vamos todos a Finisterre, al promontorio más ponéntico, tanto como puedan alejarse nuestros pies sin caernos al mar por perder tierra firme, a "occidentalizarnos" al aire fresco, y a repasar conceptos como el honor, que seguramente por el cambio de idioma y por las diferencias entre oriente y occidente, no significa lo mismo para unos que para otros. Es probable que esta virtud, a la moda del País del Sol Naciente, sea difícil de encontrar en nuestra cultura, pero a mí, que me dejen sin honores orientales y con sudores occidentales, y hasta sureños, ¡que todavía estoy viva! Y no me quiero suicidar para reputarme póstuma y deslumbrantemente, ni siquiera con panteón familiar meritoriamente obtenido.
Amélie Nothomb nos ofrece una novela divertida, fácil de leer y con un punto de "dulce venganza".