Después de leer este libro y haber leído “De parte de la princesa muerta” me dan ganas de viajar a Estambul.

Orhan Pamuk, nos la presenta como una ciudad mágica, puente entre oriente y occidente, ventana al Bósforo…pero sobre todo como su querida ciudad a pesar de todos los defectos que pueda tener.

Se puede entender como una biografía, nos va contando sus recuerdos desde la infancia, recuerdos de su familia pero íntimamente ligados al destino de Estambul, así también nos da a conocer la historia reciente de esta ciudad y la añoranza que siente por su pasado glorioso.

“Escribí este libro –dice- pensando que fueran los ojos de un niño de 8 años con la reflexión de una persona de 50 y el gran trabajo ha consistido en evitar que se vieran las costuras entre una y otra. Tenía muchos artículos sobre la ciudad y se me ocurrió recopilarlos. Pero al verlo todo junto me pareció que no quedaba bien; pensé que quizás se imponía la idea de un libro nuevo de principio a fin y que era mejor si empezaba a escribir cualquier cosa. Así me di cuenta de que serían las memorias de la ciudad, la mitad hecha con mis recuerdos y la otra mitad con mis pensamientos”.

Mercedes